He conocido en el mundo algo más dulce que el almíbar y más hermoso que el primer beso, He conocido el pregón que recorre lo bueno, el mar inmarcesible de la sabiduría que se esconde en el miedo, que escribe mejor que yo con todos sus deditos, que grita al mundo lo que yo no sabría pedir, que duerme en las mañanas porque tristemente no duerme por mí.
Nadie sabe quién es mi abuela, pero todos la conocen, nadie conoce a esa bella diosa que existe en los concejos que indescifrablemente siempre son la verdad de los ojos que yo no puedo ver; nadie, nadie, nadie en este mundo remplaza con oro lo que sus ojos vieron y vivieron con dolor.
Nadie, nadie, ¡nadie¡ puede decirme que la deje de amar porque saben que preferiría morir entre dolor y sufrimiento, como ella vivió por mí, entre el dolor de los morados y de la poca comida que algún día saco de su boca por mi enfermedad y el malestar de mi alma.
Hoy en esta noche que la veo, pienso que me siento un simple niñito pequeño que quiere ser abrigado por ella todas las noches, que quiere ser aquel que le enseñe que mi amor por ella jamás muere, que la llama del fuego de mi corazón siempre seguirá latente esperando al día en que vivamos eternamente por siempre juntos.
Michael David Uribe
Me encanto chino siga así... ;p
ResponderEliminar