Los crepúsculos de un corazón se han apagado y con el se llevan el resplandor sonriente de un sol y muestra que el espíritu se queda en aquellos rayos que un día brotaron.
A llegado la noche y al mismo tiempo han subido las estrellas para acompañar hoy a aquella resplandeciente sonrisa.
“para la coordinadora Aminta”
Michael David Uribe Espinosa
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