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lunes, 10 de enero de 2011

EL CIRCULO



La noche nuevamente me hacia compañía  y el único síntoma de amor que me acompañaba era un abano romeo y Julieta, la soledad se acerco luego de que el descorche de un vino tinto sonó. De pronto, una sombra se acerco y me observo a los ojos. Yo sentí que era solo un síntoma del desamor. Una melodía de Bach sonó en mi oído, y los pelos se me pusieron de punta. Nuevamente la sombra salió, pero esta vez choco conmigo y se hizo parte de mí; el sudor como el caudal del magdalena salía de todo mi cuerpo, y sentí como el frío se robo mi alma, entonces la sombra corrió por todo el cuarto,  la sombra me golpeo con un bate en la cabeza sin causarme daño, solo dolor, el abano cayó al piso el desespero me abrazo y me llevo a la locura, lo único que observaba era una maldita sombra que hizo rodar mi cabeza por el piso, Decidí coger un puñal y gritar ¡ven¡ ¡ven¡ muéstrate figura  escuálida. La sombra que era de mi estatura me susurro al oído, es tu hora. Mi orgullo no dejo que una maldita sombra me matara sin ver sus ojos y grite -¡esto es lo que quieres! Pues lo haré. Entonces el puñal  lo atravesé en mi corazón. La sangre no salía pero yo sabía que estaba muriendo y caí en el sueño eterno. Cuando desperté vi a un hombre desafortunado con un habano en la mano y una botella de vino en su mano, su aspecto era detestable así que decidí asesinarlo, lo observe a los ojos y me vi a mi, que detestable soy, sería mejor suicidarme entonces deje un puñal cerca a mi cuerpo vivo.
                                           Michael David Uribe Espinosa

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Utopía

Ayer volví a observar la luna, ella se encontraba de espaldas a mí, Me observaba con sus ojos de serenidad que inspiran a un soñador despierto como lo soy yo. Y a su lado estaba ella, sí dirán que estoy loco pero me atrevo a pensar que están confabuladas para martirizarme, una es tristemente confundida y la otra es veraz y eficaz, en estos momentos no se cual es cual lo único que pasa por mi cabeza es pensar que me están haciendo daño y atraviesan mis circuitos masculinos y caminan por mi sistema inmunitario como si pasearan por su casa; ellas salen de noche y charlan como apasionantes amigas de la infancia, dirán que estoy loco pero creo que en mis sueños  las escucho (a pesar que no concilio sueño).
Ayer hablaron de mi pienso que les interrumpo su destino así que decidí perderme y revolcar cada parte de mi anatomía y buscar aquel punto ciego que haga que sus defensas bajen y no puedan atormentarme más. Encontré un desierto el cual no creo podrán atravesar y es mi sistema respiratorio es  similar al Gobi me escondí en el centro, pero en las noches nuevamente soñando me encontraron y charlaron sobre mi capacidad de amar, no pude contener aquellos ruidos de risas y susurros entonces Salí de allí con perspicacia a otro punto de mi cuerpo donde no me encontraran, entonces corrí desesperadamente detrás de mis ojos en los coroides detrás de la mácula; pensé que allí en ese lugar estratégico nada pasaría… pero llego la noche (maldita noche con su luna y ella) aquella luz atravesó mis ojos y lo dejo sin espacios oscuros, tenía tanta curiosidad de saber porque me atormentaban que baje a mi boca y grite tan fuerte  que alcance a acaparar 1000 decibelios; entonces todos los susurros se calmaron y ellas respondieron
-¿Qué pasa aquí?, ¿por qué haces tanto escándalo?, que no ves que charlamos
-sí, lo sé pero maldita sea porque hablan de mi, ¿por qué me buscan que quieren de mi?; sobre todo tú, sí tú por qué acompañas  a la luna en esta expedición de tormento y osadía, si sabes que lo único que pido es un poco de soledad
- s-o-l-e-d-a-d me lo dices a mi (respondió ella) si todo lo que hice fue pensarte, adorarte y correr de ti
- ¡Mentirosa! Embustera
- por favor (contesto la luna) en primer lugar ella no te busca a ti puesto que solo sueña; y en segundo lugar no te perseguimos tú la sigues…
- Mentirosa, yo solo trato de esconderme
- sí pero desafortunadamente la extrañas y como no sueñas te escondes en los de ella.

martes, 21 de diciembre de 2010

EL RIO


Cerca a un río se encontraban dos tibetanos hablando de la furia del caudal y uno le dice al otro: A este río no hay quien lo traspase desde que lo intento mi abuelo. Nadie desde entonces se atreve a pasarlo, este río tiene la furia de un león que arrasa con todo. Un sabio abuelo tibetano que estaba detrás de ellos pasa por el lado de los tibetanos y cruza el río. Los hombres sorprendidos le preguntan al abuelo desde la otra orilla del río cómo hizo para pasar el río a lo que él les contesta, Sencillo no le tuve miedo.

                                                                                                                 Michael David Uribe Espinosa

domingo, 12 de diciembre de 2010

FUNEBRE



Los crepúsculos de un corazón se han apagado y con el se llevan el resplandor sonriente de un sol y muestra que el espíritu se queda en aquellos rayos que un día brotaron.
A llegado la noche y al mismo tiempo han subido las estrellas para acompañar hoy a aquella resplandeciente sonrisa.

para la coordinadora Aminta”
Michael David Uribe Espinosa

viernes, 13 de agosto de 2010

MI ABUELA

He conocido en el mundo algo más dulce que el almíbar y más hermoso que el primer beso, He conocido el pregón que recorre lo bueno, el mar inmarcesible de la sabiduría que se esconde en el miedo, que escribe mejor que yo con todos sus deditos, que grita al mundo lo que yo no sabría pedir, que duerme en las mañanas porque tristemente no duerme por mí.
Nadie sabe quién es mi abuela, pero todos la conocen, nadie conoce a esa bella diosa que existe en los concejos que indescifrablemente siempre son la verdad de los ojos que yo no puedo ver; nadie, nadie, nadie en este mundo remplaza con oro lo que sus ojos vieron y vivieron con dolor.
Nadie, nadie, ¡nadie¡ puede decirme que la deje de amar porque saben que preferiría morir entre dolor y sufrimiento, como ella vivió por mí, entre el dolor de los morados y de la poca comida que algún día saco de su boca por mi enfermedad y el malestar de mi alma.
Hoy en esta noche que la veo, pienso que me siento un simple niñito pequeño que quiere ser abrigado por ella todas las noches, que quiere ser aquel que le enseñe que mi amor por ella jamás muere, que la llama del fuego de mi corazón siempre seguirá latente esperando al día en que vivamos eternamente por siempre juntos.

Michael David Uribe

miércoles, 4 de agosto de 2010

La noche


Odio la noche
Odio como sus piedritas se vuelven alma
No me gusta como el ruido se vuelve estruendo;
Ya no soporto como me controla
Como si me conociera,
Como si me amara.
 No quiero verla más
No quiero que me agobie
No deseo sus deseos
No me envuelvo en sus ojos de gato
No quiero la noche.
 Ella llega como llega la noche,
Me abruma como la noche,
Me agobia como la noche,
Me susurra como la noche,
Ella es noche.
 Hoy llovió en la noche y sonaba,
 Sonaba Como un pájaro trinando en mi oído,
¿Qué quieres de mí?
Preguntaba yo mientras me susurraba su trino
¿Qué quieres de mí?  Preguntaba yo mientras me acompañaba.
 Y sin responder se fue la noche
Sin hablar su fue la noche
Sin recordar dio paso al día
Sin pensarlo se fue ella.